¿Pastillas o pomadas para el alargamiento del pene?

Desde luego, Gary Thuerk no se lo esperaba en aquel momento: A finales de los años 70, el experto en marketing envió un correo electrónico a un número manejable de direcciones en el que hacía publicidad de ordenadores. Gracias a este primer correo electrónico publicitario de la historia, Thuerk es considerado hoy el inventor del spam por correo electrónico. Hoy en día, el envío de mensajes publicitarios, estafas y chantajes cuestionables o incluso muy peligrosos es un negocio millonario para las bandas de delincuentes. Además del contenido pornográfico, las píldoras o pomadas para el alargamiento del pene también son un tema popular entre los estafadores, al igual que la Viagra sin receta médica. No se deje engañar por este tipo de mensajes, no los abra y nunca haga clic en enlaces o archivos adjuntos. En el mejor de los casos, le redirigirán a sitios dudosos donde podrá comprar cremas o pastillas para el pene sin valor alguno por enormes sumas de dinero. En el peor de los casos, le espiarán su dirección de correo electrónico o sus contraseñas, o contraerá un virus.

Los estafadores saben que el tamaño del pene es un tema delicado para muchos hombres. La publicidad de pomadas o píldoras para el alargamiento del pene parece una herramienta ideal para engañar a los internautas desinformados.

¿Ha buscado alguna vez palabras clave como «pastillas para el pene» o «alargamiento del pene» en una gran empresa de venta por correo en línea como Amazon? Hay una larga lista de todo tipo de pastillas diferentes que supuestamente alargan el pene, mejoran la calidad de la erección y, en general, son buenas para la fuerza masculina. Sin embargo, los comentarios de los clientes, por debajo de la media, no tardan en hacerse patentes. Casi nadie tiene una experiencia positiva que contar. La tónica general: ningún efecto a cambio de mucho dinero. Y algunos incluso informan de efectos secundarios graves, como erupciones cutáneas, después de tomar los productos durante un tiempo.

Si echamos un vistazo a los ingredientes de estas píldoras para el pene, que a menudo se ofrecen como «suplementos dietéticos», enseguida queda claro por qué todos estos preparados son inútiles. Se componen principalmente de extractos de hierbas y otros extractos de plantas conocidas de la naturopatía, que se dice que tienen un efecto afrodisíaco, por ejemplo. Incluso un efecto positivo sobre el deseo sexual es extremadamente dudoso con tales píldoras, pero de ninguna manera pueden iniciar el alargamiento del pene. En general, no es aconsejable tomar este tipo de productos, sobre todo si se compran a fabricantes extranjeros de dudosa reputación. No siempre es posible rastrear qué ingredientes se añaden a las pastillas para el supuesto alargamiento del pene. Si los preparados contienen sustancias tóxicas o incompatibles, ¡se está exponiendo a un alto riesgo para su salud!

La situación es similar con las pomadas o cremas para el alargamiento del pene. Éstas pueden provocar un aumento del flujo sanguíneo al tejido del pene y una erección si contienen, por ejemplo, extractos de ginkgo (un aditivo habitual en este tipo de cremas para el pene). No obstante, el alargamiento del pene mediante lociones sigue siendo un sueño incumplido. Hay que tener especial cuidado con las cremas que contienen hormonas, que pueden poner en peligro el hígado. También debe mantenerse alejado de las pomadas que contienen prostaglandinas, que pueden provocar un alargamiento temporal y óptico del pene en un miembro flácido, pero impiden las erecciones. Se consideran extremadamente nocivas para la salud y a menudo ni siquiera están autorizadas en Alemania.